Brujería (2024)
Acrílico, papel sobre Lienzo
70 x 50 cm
"Brujerías" está basada en una época de mi infancia que permanece profundamente grabada en mi memoria. Es una mezcla de miedo, interés, cuestionamiento y comprensión de quienes me rodeaban.
En el centro de este recuerdo está una viñeta de uno de mis cómics favoritos de la infancia, Condorito. Aunque no podía leer ni entender español en ese momento, las ilustraciones siempre captaban mi interés. Me encantaban los cómics, y ver uno en español con un personaje tan icónico me hacía querer tenerlos.
El cómic se vendía en una tienda de comestibles local que mi madre visitaba cada semana antes de abrir su restaurante, donde trabajaba largas jornadas de 12 horas. Yo la acompañaba cada vez, con la esperanza de encontrar un nuevo número.
Esto fue alrededor de la época en que ella fue engañada para creer en la brujería. Siempre ha sido una mujer de fe, así que no la culpo. Solo tuve un asiento de primera fila para muchas historias locas en los meses siguientes que moldearon profundamente mi infancia.
“Brujerías” which translates to “witchcrafts,” is based on a time in my childhood that remains deeply etched in my memory. It’s a mix of fear, interest, questioning, and understanding those around me.
At the center of this memory is a comic panel from one of my childhood favorites, Condorito. Although I couldn’t read or understand Spanish at the time, the illustrations always piqued my interest. I loved comics, and seeing one in Spanish with such an iconic character made me want to have them.
The comic book was sold at a local deli my mother would visit every week before opening her restaurant, where she worked long 12-hour shifts. I would go in with her every time, hoping to find a new issue.
This was around the time she was tricked into believing in witchcraft. She’s always been a woman of faith, so I don’t blame her. I just had a front-row seat to many crazy stories in the following months that deeply shaped my childhood.